24 Sep ¿Qué son los espacios cardioprotegidos?


Espacios cardioprotegidos
Sólo en España, se producen 30.000 paradas cardiorrespiratorias al año. La actuación de todos los testigos presentes, en los primeros minutos tras la parada hasta que lleguen los servicios de emergencia, ayudará a mejorar la supervivencia de la persona en parada con el mínimo de secuelas.
La reanimación cardiopulmonar, practicada lo antes posible tras la parada, puede ayudar a salvar una vida. Para ello es necesario un desfibrilador semiautomático, que no tiene que ser manejado únicamente por personal sanitario. La mortalidad de las paradas cardiorrespiratorias aumenta cada minuto que pasa sin realizar la reanimación cardiopulmonar.
Sol-uciones Salud se ha unido al proyecto de Corazones Protegidos para aprovechar su experiencia y conocimiento, ofreciendo las mejores soluciones en función de la actividad y necesidades únicas de cada espacio que necesite ser cardioprotegido.
Tenemos soluciones específicas para necesidades concretas de distintos tipos de centros, como por ejemplo:
- Entornos públicos: ayuntamientos, bibliotecas, escuelas infantiles, gimnasios, piscinas, playas.
- Entornos privados: campings, hoteles, centros comerciales, restaurantes, supermercados, clubs deportivos, comunidades de vecinos, empresas y lugares de trabajo.
Paradas cardiorrespiratorias y cómo los desfibriladores pueden salvarnos la vida.
Los desfibriladores son los equipos utilizados para producir la desfibrilación de un corazón que haya dejado de latir de manera regular. Los desfibriladores automáticos (AED) son capaces de operar de forma autónoma y mediante descargas de corriente controlar una arritmia cardiaca potencialmente letal para el paciente.
La muerte súbita es un suceso, que se presenta bien de forma inesperada por la evolución de una enfermedad o por causas desconocidas en personas aparentemente sanas. Generalmente el paciente pierde el conocimiento y se desploma, por lo que es un suceso impactante y evidente.
Para entender el por qué de estos desagradables sucesos tenemos que entender el corazón como una bomba que mueve la sangre por nuestro sistema circulatorio. Para que esto sea posible, el corazón realiza una actividad mecánica excitado por una pequeña corriente eléctrica, que debe estar perfectamente sincronizada para generar la contracción de las válvulas cardiacas. La arritmia es un trastorno de la frecuencia cardiaca latiendo demasiado rápido, demasiado lento o de manera irregular.
Si la arritmia fuese letal, la circulación sanguínea se detendría, y con ello la distribución de oxígeno a todos los tejidos de nuestro cuerpo, siendo el elemento más crítico el cerebro.
El desfibrilador puede reestablecer el funcionamiento del corazón, aplicando una descarga de corriente controlada, para que éste vuelva a latir a un ritmo normal, bombeando sangre y asegurando la distribución de oxígeno. Un desfibrilador es la única herramienta que puede salvar a alguien que sufre una muerte súbita cardiaca.
Hay varios tipos de desfibriladores, centrémonos en los desfibriladores automáticos (AED) ya que están ideados para que cualquier persona pueda utilizarlos siguiendo las instrucciones visuales, con figuras y dibujos muy sencillos de entender, o incluso instrucciones auditivas.
Los AED monitorean el ritmo cardiaco de la víctima y ellos solos determinan si es conveniente darle una descarga eléctrica para poder recuperar el ritmo normal del corazón. De esta forma, el paciente nunca recibirá la descarga si no fuese necesario, ya que también podría ser también contraproducente, por tanto, con un AED no hay posibilidad de error.
La única responsabilidad del operario del AED es la colocación de los electrodos, tal como se indica en las figuras del AED, en el pecho del paciente. Absolutamente cualquier persona puede aplicar la desfibrilación con fines terapéuticos.
Legislación sobre espacios cardioprotegidos en la Comunidad Valenciana.
La instalación, uso y formación de personal para el uso de desfibriladores automáticos y semiautomáticos en la Comunidad Valenciada ha sido regulada por el Decreto 159/2017 del Consell.
Bajo el amparo legislativo actual, es obligatorio tener estos dispositivos, así como su formación homologada en instalaciones deportivas, centros educativos, centros comerciales, estaciones de metro, autobuses, aeropuertos e incluso puertos comerciales, de acuerdo a la normativa que marca su obligatoriedad según el aforo o afluencia media diaria de estos establecimientos.
Los dispositivos AED deben estar ubicados en zonas de muy buena visibilidad y fácil acceso, para que cualquier persona con formación homologada o personal sanitario, pueda utilizarlo ante una emergencia. De forma excepcional y únicamente en caso de que no haya personas con la formación adecuada en el momento del suceso, cualquier ciudadano puede operar el AED tras llamar al número de emergencias 112 y seguir sus indicaciones.
La formación homologada para el uso de dispositivos AED tendrá una duración de 4 horas presenciales y una capacidad máxima de 10 alumnos. Será necesario realizar una formación continua cada 2 años. En la formación se explicarán las prácticas de soporte vital básico, apertura de la vías aéreas, ventilaciones artificiales y compresiones torácicas, así como el manejo del AED.
A pesar de que la normativa no exige este equipamiento en su lugar de trabajo o comunidad, aconsejamos disponer de un desfibrilador, incluso aunando recursos entre varias empresas en entornos industriales, o entre varias comunidades de vecinos, ya que en España una persona sufre este tipo de suceso cada 20 minutos.
Encuentra nuestros desfibriladores automáticos en nuestro catálogo.
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